Creando el Escenario

Su vida es como un gran escenario donde ustedes mismos colocan a los actores y dan el argumento que quieren que desarrollen. Ustedes son los directores de esta obra. La van dirigiendo y logrando la sensibilidad y el objetivo que buscan. Ustedes son los amos y señores de llevar a cabo la representación en ese escenario, dónde van a crear una realidad u otra dependiendo del aprendizaje que quieran realizar.

Este es el libre albedrío que tienen, pero este libre albedrío también necesita dirección. Pueden dársela desde el corazón o sea desde el Amor Incondicional o desde el ego y dejar que él cree una situación adversa.

Les animamos a que pongan Amor Incondicional cada día en su corazón, pongan amor en la creación de su vida y pasarán las lecciones con amor y ese será el resultado de su trabajo durante la vida que tengan.

A través de poner intención en su vida van creando y recreando un escenario donde van aprendiendo sus lecciones. Es por eso que de ustedes depende si el drama que sucede en cada escenario vuelve a repetirse con las mismas escenas o a través del Amor Incondicional, viven nuevas experiencias.

Es así como ustedes planifican su vida y preparan los futuros escenarios para seguir repitiendo o pasar por nuevas experiencias.

Hemos dicho que hay dos elementos que definen el desarrollo de sus lecciones: a través del ego o a través del Amor Incondicional.

Ustedes tienen la capacidad y el permiso de escoger con cuál esencia van a desarrollar su experiencia y así deben asumir que son ustedes los directores de su vida y de los resultados que se obtengan y que nadie tiene la culpa del resultado final, los únicos responsables son ustedes mismos que han dirigido y creado desde su Ser la experiencia que han venido a experimentar de acuerdo a su proceso evolutivo.

  

Todos los Seres que participan en el escenario son pedidos y requeridos por ustedes mismos y cumplen con el papel asignado, así mismo, ustedes también cumplen con el papel que les ha tocado en la obra y en el escenario que ellos, sus invitados, dirigen y crean.

Este es un concepto muy difícil de entender, sobre todo después de tantos cientos de siglos de creer que están abocados a un destino del cuál no tienen control.

El destino y la suerte no existen, éso es invención del ego y de la personalidad que no quiere asumir ni responsabilizarse de los escenarios con los cuales crean su realidad.