Comunicación a través de su Yo Superior

Es urgente que aprendan a comunicarse con su Yo Superior. Es a través de él que les enviaremos las instrucciones de lo que tienen que hacer en cada momento de la Ascensión. Por ello, es necesario que se preparen desde ahora.

Cuando ustedes tengan una buena comunicación con su Yo Superior, les será fácil saber de inmediato los mensajes y las instrucciones que se le dará a cada uno. Si cada día hacen el esfuerzo de comunicarse con su Yo Superior, podrán tener un contacto inmediato en el momento que lo deseen y podrán consultar todas sus dudas. Será como conversar con ustedes mismos.

Tendrán información que nunca habían pensado obtener a través de su Yo Superior. Será como preguntarse a sí mismos y obtener la información inmediata, por eso, deben entrenarse diariamente y hacer esta comunicación para que en los momentos claves no falle.

Así mismo, tienen que practicar comunicarse a través de su Yo Superior con todos los miembros del Grupo. Hagan la prueba de comunicarse entre ustedes poniéndose de acuerdo en hacerlo sólo a través de su Yo Superior. Así podrán comprobar que funciona esta comunicación a distancia.

Tienen que empezar por cosas simples en sus mensajes. Manden el mismo mensaje a todos los miembros del Grupo y esperen a tener la respuesta en unos días. Primero, pónganse de acuerdo en quién. Durante una semana va a emitir el mismo mensaje a todos los del grupo y en esa semana conforme cada uno vaya haciendo contacto con su Yo Superior y recibiendo el mensaje, lo hará saber a la persona que envía el mensaje. Deben empezar por cosas sencillas y mensajes cortos.

Cuando hayan recibido el mensaje, lo harán saber a la persona que lo ha enviado y ella al término de la semana comunicará al Grupo quienes han logrado comunicarse. Será interesante que hagan este ejercicio. La persona que emita el mensaje lo hará a través de una meditación en la que en contacto con su Yo Superior vaya tomando contacto con los diferentes Yo Superiores del Grupo, así mismo el Grupo a través de una meditación con su Yo Superior tratará de recibir este mensaje y cuando ya sienta que lo ha recibido lo comunicará a la persona que lo emita, pero también a través de su Yo Superior. Solamente hasta el final de la semana podrán comunicarse físicamente los resultados que ha obtenido cada uno.

El mensaje debe ser amoroso y simple.  Escojan una hora fija para meditar tanto para enviarlo como para recibirlo, el mensaje debe ser recibido en su corazón.

Deseamos que comprendan  el objetivo de este ejercicio. Es para ayudar a establecer un contacto en el que no se usan medios mecánicos sino que va de corazón a corazón. De esta forma va a ir entrenando su capacidad de recibir mensajes, así como también de enviarlos. Tengan en cuenta que cuando llegue la Ascensión o Salto Cuántico no habrá electricidad ni medios para comunicarse. El único medio que estará activo será su corazón. Les enseñará a conocer su corazón para comunicarse no desde una comunicación mental sino de corazón a corazón.

Aprendan a confiar en su Yo Superior y en la comunicación que establecen con él, luego aprendan de los mensajes que reciben. Ustedes deben aprender a distinguir si el mensaje que reciben es a través de su corazón o es a través del ego. El mensaje que reciban de su Yo Superior a través de su corazón les dará paz, armonía y confianza.

Si el mensaje lo reciben a través del ego, este sólo les causará dudas y una sensación de desarmonía que no acaba de encajar en ustedes. Pongan Amor Incondicional en su comunicación con su Yo Superior.

Dejen que el mensaje salga de su corazón,aunque luego se traduzca en palabras y sentimientos. Es importante confiar en lo que reciben. Hagan la prueba y se sorprenderán de lo fácil que es comunicarse a través de su Yo Superior.

En lo posible graben o escriban los mensajes que reciben. De esta forma, al releerlos o escucharlos se darán cuenta de la profundidad del mensaje.

Cuando mediten, traten de dejar a un lado todos aquellos sentimientos  y problemas que tienen. Este es el objetivo de la meditación, dejar fuera de sí mismos todo aquello que es cotidiano y que mantiene su mente activa en ello.

En su meditación vayan profundizando en ustedes mismos, centrándose en su esencia de Amor Incondicional, y a través de él estarán abiertos para recibir el contacto con su Yo Superior.

No luchen con los pensamientos y las emociones que les vienen en el momento de meditar.

Déjenlos pasar sin dejar de meditar y sólo busquen a través de su Amor Incondicional encontrar ese punto en el que dentro de su interior está su Yo Superior. No lo busquen fuera en el espacio ó en el Universo, búsquenlo dentro de su corazón.

Cuando lo hayan encontrado, inicien la comunicación amorosa que los hará sentir en armonía y en conexión con su Ser Interno, su Yo Superior.

Es como encontrar dentro de su interior un lugarcito de calor, de amor, de protección, de acogimiento, de regocijo, de paz, de armonía, de seguridad. Es poner todo su Ser centrado en ustedes mismos.

Este es un lugar donde el dolor desaparece, donde la angustia no existe, donde el odio ni la desesperación tienen cabida.

Es un punto en el que pueden sentir un lugar cálido y transparente como el regazo de un padre o de una madre amorosas, como cuando eran pequeños.

Ahí dentro busquen la información que necesitan para aclarar sus dudas, para centrarse en lo que es prioritario en su vida, para despejar sus miedos y temores para estar en contacto con una realidad de un Universo más amplio e infinito.

Cuando lleguen a ese punto de bienestar total, querrán quedarse ahí para siempre y tendrán la motivación para quedarse ahí y desde ahí vivir su vida.

Aún así, cuando tengan que terminar su meditación y vivir su vida cotidiana, les quedará la sensación de seguir acompañados, de seguir protegidos.

Tendrán la sensación de que su vida cambia, de que todo el estrés que hay fuera se diluye y les da más claridad para realizar su día a día y para tomar sus decisiones.

Hagan este ejercicio todos los días y notarán los cambios en su vida pero lo más importante será permanecer en contacto con su Yo Superior a lo largo del día guiándoles y protegiéndoles y haciéndoles llegar lo que más necesitan.